Al igual que los teléfonos móviles, las baterías de las bicicletas eléctricas no soportan el frío ni el calor extremos. Si la batería se expone a temperaturas extremas, su vida útil se deterioraría drásticamente e incluso podría provocar un incendio, lo que supone un gran peligro para la vida humana y la propiedad.
Así que si vives en una zona donde los veranos son demasiado calurosos o los inviernos demasiado fríos, es aconsejable guardar la bicicleta en casa. Tenga en cuenta que no es necesario quitar la batería de la bicicleta para guardarla. Además, no dejes que la batería se descargue por completo y no la dejes guardada durante largos periodos de tiempo. Además, no dejes tu bicicleta eléctrica bajo una lluvia intensa o nieve.
En cuanto a dónde guardar la bici, lo ideal es aparcarla en terreno llano en lugar de en terreno irregular con huecos irregulares por si la bici se cae y sus componentes se dañan.
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